viernes, 18 de marzo de 2011

Un Calderón con efectos especiales

"Fortunas de Andrómeda y Perseo" llegaba ayer a la sala alicantina "Las Cigarreras", donde el grupo de teatro clásico de la Universidad de Alicante ponía en escena de nuevo -después de haberla estrenado en junio, y haber actuado el pasado lunes en Madrid- las mitológicas aventuras y desventuras de este clásico de Calderón de la barca.
La comedia, estrenada de nuevo después de la original el 18 de mayo de 1653, aproxima mucho al espectador al teatro de corral, donde los actores se bastaban de los recursos más cotidianos para sumergir al público en la más trepidante época de los dioses.
Los matorrales, los árboles, los muros y todo aquel elemento extra que servía para apoyarse, era representado por un grupo de actores vestidos de negro -quienes a la vez formaban parte del pueblo-, arrancando carcajadas al público. Con un Pegaso hecho con bicicleta, y el efecto de volar con escalera de aluminio, los efectos especiales, de cotidiana originalidad, daban un valor chistoso al clásico, que no desentonaba con el enfoque cómico de Calderón. Los protagonistas, más metidos en la seriedad de su drama, marcaron su terreno con una presencia muy digna del papel. Un reparto de muchas edades convirtió al pueblo más creíble (y a las serpientes, víboras, perros con tres cabezas o mares de cartón con barcos de juguete).
Destacamos el personaje que más risas arrancó, el hombre de confianza de Perseo, y lo que menos gustó al público: el humo que se desprendía cuando los personajes estaban en el bosque.

El público entendió un clásico en verso, que se adaptó perfectamente al siglo XXI. Pese a su dificultad, la comedia salió ilesa, fue un reto muy bien conseguido por Andrés Vinaches, con una ingeniosa adaptación. Que no pasen 358 antes de volverla a repetir!

No hay comentarios:

Publicar un comentario